La Historia de un Clásico
Cuando Enzo Ferrari empezó a bautizar con su nombre los coches que fabricaba, estaba interesado casi exclusivamente en los automobiles de carreras, desde pequeños deportivos a bólidos monoplaza de competición. Pero, aunque el cliente que buscaba no era precisamente del tipo de los que se compran un coche para hacer turismo, tenía que ser realista: sin entrar en el mercado no había ventas, y sin ventas no podía permitirse participar en las carreras.

La Historia del Cavallino Rampante
La historia del cavallino rampante es simple y fascinante. El caballito estaba pintado en el fuselaje del caza de Francesco Barraca, el heróico aviador caído en Montello, el as de ases de la I Guerra Mundial. Cuando gané en 1923 el primer Circuito del Savio, que se corría en Ravenna, conocí al conde Enrico Barraca padre del héroe; de aquel encuentro nació otro con la madre, la condesa Paolina. Fue ella quién me dijo un dia: 'Ferrari, ponga sobre sus coches el cavallino rampante de mi hijo. Le traerá fortuna.' Conservo todavia la fotografia de Barraca con la dedicatoria de sus progenitores, en la que me confiaban el emblema. El cavallino era y sigue siendo negro; yo le añadi el fondo amarillo canario, que es color de Módena".
Enzo Ferrari ' Il Commendatore '

IL COMMENDATORE
Enzo Ferrari nació el 18 de Febrero de 1898, aunque no fue inscrito oficialmente hasta el 20, a causa de unas nevadas que obligaron a Alfredo Ferrari, su padre, a esperar 48 horas antes de inscribir a su hijito en las listas del registro civil. Enzo era el hijo menor de un modesto cerrajero de Modena. Ferraro singular de Ferrari que en italiano significa Herrero. El primer encuentro de Ferrari y el automovil se remonta al verano de 1908, fecha en la cual Alfredo se decide a llevar a sus dos hijos a una carrera a Bolonia. Enzo recordó toda su vida esta jornada determinante para su porvenir, hasta el punto de conservar en su memoria la imagen de la victoria de un tal Felice Nazzaro en un soberbio Fiat rojo. Por lo visto fue entonces cuando Enzo decidió ser piloto de coches, pero el destino no fue muy amable con él. A sus dieciocho años, o sea en 1916, perdió casi sucesivamente a su padre y a su hermano. Al término de la guerra, Enzo obtuvo un empleo de chofer-probador en los talleres CMN de Milan, debutando en competiciones automovilisticas y tomando parte en sus primeras Mil Millas de Brescia.
Sus dotes como piloto y conocimientos de mecánica lo colocan como piloto de Alfa Romeo, empezó a participar en carreras con buenos resultados como el segundo puesto en la Targa Florio en 1920. Enzo iba más allá del solo correr, se preocupaba de la evolucion y preparacion de los coches, de las tácticas de equipo, de la organización en las carreras, etc. Llega a ser todo un personaje en el staff del departamento de competición de Alfa, Alfa Corse, empezando a formar el germen de su equipo.
En 1929 crea su propia escuderia en Modena, un equipo de competicion con sus propios ingenieros y talleres, fue el nacimiento de la Scuderia Ferrari, la Scuderia pasa a representar oficialmente a Alfa Romeo desbancando a Alfa Corse. Los éxitos se suceden con coches como los Alfa P-3, los 2600 Monza y el Alfetta 159 la joya de Ferrari. En 1931, Enzo abandona la faceta de piloto ante el nacimiento de su hijo Alfredo. Alfredino o, familiarmente Dino era el orgullo de Ferrari.
En 1938 se reorganiza Alfa Corse, Ferrari es nombrado director deportivo y el equipo se centraliza en Milán absorviendo a la Scuderia Ferrari. Un año después se marcha, crea su propia marca y en 1943 debe abandonar sus locales en Modena y trasladarse al pequeño pueblo de Maranello. Ya pasada la II Guerra Mundial y despues de un resurgir, Enzo Ferrari crea en 1949 unn empresa con su nombre FERRARI y pronto recupera la Scuderia. Vuelve a reunir a sus colaboradores y ante la falta de suministros vuelve al viejo sistema de hacerlo todo en casa , tan solo neumaticos, carburadores y sistema eléctrico no se fabricaron en Maranello. Ferrari y la competición era una sola cosa. La reorganización del deporte del automovilismo mundial en 1950 sirve a la Scuderia Ferrari para entrar en todos los mercados. Aunque Ferrari sigue obsesionado por el motor V12 de 12 cilindros en V no le impide crear coches con 4 cilindros en linea o los V6 o los boxer cuando parecieron los mas apropiados.

El hijo de Enzo, Dino era un gran ingeniero diseñando los V6 que llevan su nombre pero su muerte en 1956 y su proceso penal por la muerte de su piloto el español Alfonso de Portago junto al varios espectadores en las Mil Millas de 1957 le llevan a una etapa negra donde solo sus éxitos en competición le permiten ahogar sus penas. Enzo se convierte en un hombre duro e implacable, su Scuderia era lo primero, crea el famoso museo de los horrores, sala de reuniones donde se juzgaba y condenaba al imprudente que cometia un fallo, pasando la pieza en cuestion a formar parte de la vitrina con su etiqueta explicativa. Años despues las acciones de Ferrari pasaban a manos de Fiat, aunque Enzo siguiera dirgiendo la fábrica, ya que hasta el útimo momento, conservó una mente lúcida y brillante. Desde Modena y sin pisar un circuito, sus opiniones tuvieron un gran peso en la marcha de la Scuderia. El 14 de agosto de 1988, a los 90 años, terminó la vida, aunque no la leyenda de Enzo Ferrari.